A ti, que perdiste la bobina de la cordura que ata nuestros días,
pa coser nuevas realidades que no caben en tallas conocidas,
ni quieren caber.
A ti, que te sales por costuras y te arrancas por bulerías,
por no tener patrones que lastimen tu alegría
por no zurcirle los calcetines a quien no siembra a tu salud.
A ti, que remiendas todas mis cicatrices,
y brindas por las nuevas;
Ojalá tengas siempre valentía pa enhebrar tus sueños,
Ojalá sepas, ojalá sepamos, cuidar de la llama
que aviva tus proyectos de trapo y libertad.
Que nunca te falles, que siempre te encuentres
que este hilo rojo no se rompa jamás.
F. G. D.