Me gustan los placeres banales, acariciar las paredes rugosas y quebrar una y mil veces las espigas del trigo.

Mirar el cielo y ver pasar las nubes.

Seguir mirándolo y ver pasar las estrellas.

Admirar los resquicios de las ventanas, pero también los de mi entrañas.

Anhelarte cuando te vas y suspirar cuando no.

Disfrutar de cada momento como si fuese el último y saber apreciar cuando estás lejos. Otros tipos de aprendizajes.

Igual de importante es aprender a convivir como aprender a estar lejos.

Desposeyéndote. Retorciéndonos en la incertidumbre de las relaciones aprendidas, destruyéndolas para construir desde cero.

Equivocarse una y mil veces para seguir subiendo sin freno a veces, otras con más calma.

Quitando las escaleras que pusieron otros para construir nuestros propios peldaños a medida.

Tan sencillo, tan complicado y tan necesario.

 

 

 

Dubhe.

Finales 2017/principios 2018