No solo la poesía es poesía.
La poesía son fábricas abandonadas, la hierba saliendo entre los adoquines, la inmensidad del desierto y el vacío del cielo.
La poesía es despertar con el canto de los pájaros, es el ronroneo de mi gata mientras no me deja dormir y es el cariño y la risa despreocupada de aquel perro vagabundo.
La poesía es la Noche Estrellada de Van Gogh, el Beso de Gustav Klimt y el Jardín de las Delicias del Bosco.
La poesía son los detalles de Hitchcock, los 400 golpes de Truffaut, los silencios del Bergman y los paisajes del cine italiano.
Pero también son poesía las madres con doble jornada, las mujeres no escuchadas y las ningunedadas.
También son poesía el cariño de nuestras abuelas, las arrugas de quien tiene todo el peso del tiempo a sus espaldas y la lucha diaria e invisible de todas ellas
Porque todo el trabajo de cuidados afectivos y personales es también poesía. Por ellas, que luchan cada día contra todas las dificultades del mundo y además contra la falta de reconocimiento por ser mujeres. Que no hay mayor poesía que mantener el mundo a flote.
Por ellas, que viva la poesía.
Dubhe