https://liberandoelcorazon.bandcamp.com/releases
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Con lo que ha llovido,
con lo que te has mojado,
con lo que te has corrido
y con lo que has llorado.
Y aun así,
sigues sin verlas venir.
Dubhe
Me reencontré con la poesía.
Aquella que parecía olvidada, atrapada por las fauces del otoño y prisionera de la angustia incontrolable, aparece así, sin más, una noche fría de mitad de invierno, cuando solo las flores más valientes de algunos parques de Madrid se atreven a asomarse, a sabiendas de su próximo fin y de las heladas por venir.
Apareció la poesía en forma de amor y desamor, de caricias y vacíos en el pecho, en forma de explosión cegadora, para llevarme a todos aquellos sitios que jamás visitaré y a todas esas emociones que me costó reconocer.
Me dio el sentir de las plantas, del viento y del sol. Me dio la firmeza para quedarme y el valor para avanzar. La seguridad de quien no tiene nada más que amor en sus entrañas y la convicción de que mañana será un día mejor.
Dubhe
Los abrazos como abrigo, como refugios internos al calor de nuestras entrañas y como forma de amarse sin palabras, siquiera con miradas.
Los abrazos como el romper de las olas en nuestra memoria, como el despertar con un rayo de sol atravesándonos la cara y como el techo de estrellas transportándote… a donde te de la gana.
Los abrazos como lugares, como hogares, como momentos, como instantes de un segundo de libertad en la desidia de nuestra rutina.
Los abrazos como la mano que te levanta y el hombro que te sostiene. Como suspiros, desahogos y caricias.
…
Ojalá,
ojalá dejar atrás los puños en las paredes, los gritos ahogados y las marcas en la piel. Ojalá abandonar las ojeras, los sobreesfuerzos y la soledad. Ojalá olvidar todas esas mentiras de que podemos hacer todo solos.
Ojalá,
ojalá volver a los abrazos.
Dubhe
[…] el caminar, como el silencio, es una forma de resistencia política. A la hora de salir de casa y moverte te ves de inmediato intervenido por criterios utilitaristas que te aclaran perfectamente a dónde tienes que ir, por qué camino y en qué medio. Caminar porque sí, eliminando de la práctica cualquier tipo de apreciación útil, con una intención decidida de contemplación, implica una resistencia contra ese utilitarismo y de paso también contra el racionalismo, que es su principal benefactor. La marcha te permite advertir lo hermosa que es la Catedral, lo juguetón que es el gato que se esconde ahí, los colores de la puesta de sol, sin más fin, porque ése es todo su fin: la contemplación del mundo. Frente a un utilitarismo que concibe el mundo como un medio para la producción, el caminante asimila el mundo contenido en las ciudades como un fin en sí mismo. Y esto, claro, es contrario a la lógica imperante. De ahí la vinculación con la locura.
David Le Breton
http://www.diariodesevilla.es/ocio/Guardar-silencio-caminar-resistencia-politica_0_1183081790.html
Cuando tenga que ir, yo no quiero sentir que no aproveché bien los años que viví. Que no supe apreciar a quienes conocí, que no supe luchar por aquello en que creí, que no reconocí todo lo que hice mal y que no me esforcé para no hacerlo más. Mil historias van ya, y las que quedan por llegar, y unas veces reír y otras veces llorar. Intentar aprender para hacerlo mejor y poner voluntad y poner corazón. Y poner corazón, aunque te hagan sangrar, y tener el valor de querer escuchar.
Árboles muertos.
Humanidad muerta.
Salvadores muertos.
Cenizas que dibujan un cementerio gris bajo el crepitar de las llamas…
que asolan este paisaje.
Negras nubes axfisian Pedrógão Grande,
nido del horror acunado por la mano de los errores,
de la codicia de pinos y eucaliptos en venta,
que la Natura está en rebajas de verano.
Y llamarán ola de calor al cambio climático.
Y se inventarán todos los argumentos del universo
para quitarse la mochila de encima.
Y quieran los dioses
que las conspiraciones no aviven el fuego.
Que los muertos buscan paz,
y los vivos Justicia.
Pedrógão Grande,
impotencia, rabia, resignación…
Pedrógão Grande,
solidaridad de pueblos hermanos…
Pedrógão Grande,
paraíso donde la muerte sucede a la vida
como transcurren las estaciones,
biorritmos de la madre Tierra.
Del blog Con Viento Norte, de Juan Carlos Ruiz.
Hay placer en los bosques sin senderos, hay éxtasis en una costa solitaria. La soledad está por donde nadie se inmiscuye, por el océano profundo y la música con su rugido: no amo menos al hombre pero si más a la naturaleza.
Lord Byron